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domingo, 3 de febrero de 2013

Recalzar un edificio que lo necesita también es sostenible

Uno de los principios fundamentales de la sostenibilidad es la reparación. Cuando un edificio sufre desperfectos por diversas causas (aguas subterráneas, movimientos sísmicos, el paso de los años...) antes de derribar es conveniente estudiar alternativas que busquen un coste menor para los usuarios, la reducción de escombros y garanticen la seguridad estructural.

Una buena opción en muchos casos es el recalce, siempre asesorado y dirigido por un profesional (arquitecto, aparejador) que vigile la ejecución de la obra.

FASES DEL RECALCE

  •  Excavación: Es necesario excavar alrededor de la cimentación en los puntos estratégicos con objeto de agrandar esa cimentación. En imprescindible estudiar las cargas que apoyan sobre el cimiento, excavar por bataches, ...
  •  Encofrado: Cuando sea necesario habrá que preparar un encofrado que contenga el nuevo cimiento (puede ser metálico, de madera o mediante una pared de ladrillo (1/2 pie o 1 pie, dependiendo del espesor del cimiento


  •  Unión al cimiento original:La unión del nuevo cimiento con el cimiento original se hará "pinchando" unas barras y uniéndolas con resinas especiales, excavando puntualmente bajo el cimiento antiguo siempre que la consistencia de la tierra lo permita, etc..
  • Restableciendo un aspecto estético a la reparación siempre que sea necesario (sótanos,...)
 Así, mediante una obra relativamente económica se pueden evitar males mayores. Eso sí, SIEMPRE debe hacerse bajo la supervisión de un profesional porque si se hace mal puede causar accidentes o incluso derribar la vivienda.