En numerosas ocasiones encontramos problemas de humedad en las viviendas que no se deben a ninguna instalación de agua (suministro o evacuación) sino al agua que entra por capilaridad del exterior.
En algunos casos, esta humedad llega a extenderse incluso hasta el techo si no se ataja a tiempo. En el caso que muestra la imagen el origen de la humedad se debe a un jardín situado a metro y medio por debajo del suelo de la vivienda y que está sin impermeabilizar el encuentro con la fachada.
El problema no se debía a la falta de ventilación, como alegaban los vecinos, sino al jardín con riego automático que se había colocado sin impermeabilizar antes la fachada.
La solución pasa por excavar en el encuentro jardín-fachada, colocar una lámina impermeable y rellenar nuevamente el jardín.
Una vez que haya secado el interior de la vivienda se procederá al arreglo de los desperfectos ocasionados por la humedad.
Este tipo de problemas afecta también a la eficiencia energética porque se gasta calefacción inutilmente tratando de secar unas manchas de humedad que deben atajarse desde el exterior.
En algunos casos, esta humedad llega a extenderse incluso hasta el techo si no se ataja a tiempo. En el caso que muestra la imagen el origen de la humedad se debe a un jardín situado a metro y medio por debajo del suelo de la vivienda y que está sin impermeabilizar el encuentro con la fachada.
La solución pasa por excavar en el encuentro jardín-fachada, colocar una lámina impermeable y rellenar nuevamente el jardín.
Una vez que haya secado el interior de la vivienda se procederá al arreglo de los desperfectos ocasionados por la humedad.
Este tipo de problemas afecta también a la eficiencia energética porque se gasta calefacción inutilmente tratando de secar unas manchas de humedad que deben atajarse desde el exterior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me gustaría conocer tu opinión acerca de este blog