Por pequeña que sea tu terraza puedes aprovechar para hacerte un pequeño huerto en ella y conseguirás varios objetivos:
- Abaster parcialmente tus necesidades de verduras, frutas y productos que puedas cultivar.
- Relajarte con el trabajo de jardinería.
- Reducir tu demanda energética, si consigues una terraza/cubierta ajardinada que regulará la temperatura debajo de ella. En verano, bajará la temperatura y en invierno la subirá por lo que reducirás tu consumo dedicado a climatización.
- La única precaución que debes tomar es impermeabilizar bien la superficie y recoger el agua sobrante del riego (precaución durante la instalación del huerto) y ya puedes disfrutar de sus ventajas.
- Si no tienes una terraza o azotea donde instalar tu propio huerto tienes la opción de colocar un jardín vertical sustituyendo superficies duras, así disminuirás la reflexión del sol sobre las paredes y por tanto,la acumulación de calor.
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