¿Y si utilizo la geotermia para calentar mi casa?

Prácticamente en cualquier lugar de la tierra existe energía geotérmica de baja o muy baja entalpía (temperatura) que se puede utilizar para producir agua caliente sanitaria y climatización.

A diferencia de la energía geotérmica profunda, la energía geotérmica de muy baja temperatura proviene del sol y es el calor que se almacena en capas superficiales de la tierra (hasta 150 metros) aprovechando su enorme inercia térmica.

 Los componentes básicos de una instalación geotérmica son las sondas de temperatura (transportan un fluido que recoge la tempatura de la tierra), la bomba de calor que transmite el calor al agua del circuito y los emisores (suelo radiante, radiadores,...)

 MÉTODOS PARA REALIZAR UNA INSTALACIÓN GEOTÉRMICA

• Cimentación termoactiva: La opción más económica es colocar las sondas cuando se está construyendo el edificio, en la cimentación, sea esta mediante pilotes, pantallas o cimentación superficial.  
• Intercambiadores horizontales: Adecuada para viviendas ya construídas, que dispongan de una superficie horizontal suficiente (por ejemplo un jardín) para enterrar las sondas. Como las sondas se colocan a poca profundidad se necesitan más metros de instalación y su funcionamiento se ve bastante afectado por la temperatura exterior pero es posible mantener el jardín con ciertos cuidados.
• Intercambiadores verticales: Térmicamente es el mejor sistema, si bien es el más caro porque hay que perforar para colocar las sondas verticalmente a unos 150 metros (depende del estudio que se realice) pero apenas se requiere superficie horizontal libre.
• Aerotermia: Este sistema aprovecha el calor almacenado en el aire y permite aprovechar el sistema de calefacción existente sustituyendo la caldera por una bomba de calor aerotérmica. Como el aire tiene menos inercia térmica que la tierra, tiene peor resultado que la geotermia pero es una opción a estudiar.